Con noticias así (por poner sólo una) debería ser relativamente fácil entender mis observaciones con urgencia, pero no es así.
La perversión de hoy en día no deja lugar a duda que esa prueba final (CIC 675) o Gran Tribulación (Ap 19, 1-8) o "último asalto de las fuerzas del mal" (CIC 680) por la que tendremos que pasar en el final de los tiempos está en marcha cuanto menos.
La perversión de hoy en día no deja lugar a duda que esa prueba final (CIC 675) o Gran Tribulación (Ap 19, 1-8) o "último asalto de las fuerzas del mal" (CIC 680) por la que tendremos que pasar en el final de los tiempos está en marcha cuanto menos.
En palabras recientes del Cardenal
Robert Sarah (24-5-16):
“el caldo de cultivo está listo para la revolución final, la revolución que corresponde, además, al “combate definitivo” que es el que menciona el Apocalipsis [...] que convierte al individuo en un “zombi”. Es el nihilismo total, radical, absoluto, que es el preludio de la muerte de la humanidad. Es la Hora del combate entre lo tenebroso, [...] y la luz".
Deberíamos estar "preparados,
ceñidos y con las lámparas encendidas" (Lc 12, 35), pero no lo estamos y
perdemos el tiempo detrás de las compras, las vanidades, la comodidad y
dejándonos engañar por la Nueva Era que penetra en la médula de la Iglesia para
cancrenarla por dentro.
Escuchad la voz de los profetas y de
María porque no queda tiempo. Este último tiempo de misericordia que precede la
Justicia divina (Santa Fastina Kowalska, n.83) es el último. Ya lo dijo la Virgen
en Akita (Japón, 1973 - aprobada por la Iglesia tanto como desconocida):
"Si los hombres no se arrepienten y se mejoran, el Padre infligirá un terrible castigo a toda la humanidad. Será un castigo mayor que el diluvio, tal como nunca se ha visto antes. Fuego caerá del cielo y eliminará a gran parte de la humanidad, tanto a los buenos como a los malos, sin hacer excepción de sacerdotes ni fieles. Los sobrevivientes se encontrarán tan desolados que envidiarán a los muertos. Las únicas armas que les quedarán serán el rosario y la señal dejada por mi Hijo. Cada día recita las oraciones del rosario. Con el rosario, reza por el Papa, los obispos y los sacerdotes."
¿De verdad no tenemos conocimiento
suficiente de la escritura como para entender la que nos viene encima?
Como dice el profeta Amós: "¿Hay
alguna desgracia, sin que la haya causado el Señor?". Pues estemos atentos
a las profecías y a los signos de estos tiempos mientras velamos y oramos,
porque "el Señor no hace nada sin revelar sus designios a los
profetas" (Amós, 3,6-7).
"Vigilad y orad" (Mt 26,4).
"No apaguéis al Espíritu. No despreciéis las profecías. Examinarlo todo y
quedaos con lo bueno" (San Pablo I Tes 5, 19). Consagraos a Jesús y a
María, rezad el rosario y haced ayunos, vivamos con fe los sacramentos mientras
podamos tenerlos tan a mano...
Segid los signos con fe católica, pero
"teniendo prisa por ser santos" (San Domingo Savio):
www.facebook.com/lossignosdelostiempos
Paz y bien.
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