lunes, 6 de junio de 2016

Cardenal Sarah: es la hora del combate final del Apocalipsis

El Cardenal Robert Sarah, Prefecto para la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, pronunció el martes 24 de mayo la conferencia “Teoría de género: sus repercusiones” en la Universidad Católica de Ávila (UCAV) en España.

Quiero destacar un fragmento (aunque merece mucho la pena toda la conferencia) con una referencia de mucha importancia por la autoridad que representa el Cardenal Sarah y dejo el texto original en francés. La traducción es la transcripción del audio de la traducción al español del vídeo, que también pongo al final y en el punto directo y exacto en el que lo dice:

El caldo de cultivo está listo para la revolución final, la revolución que corresponde, además, al “combate definitivo” que es el que menciona el Apocalipsis, la revolución del género, que convierte al individuo en un “zombi”. Es el nihilismo total, radical, absoluto, que es el preludio de la muerte de la humanidad. Es la Hora del combate entre lo tenebroso, donde naufraga una humanidad que está enfrentada a los demonios del nihilismo libertario y la luz que solamente la Iglesia puede llevar, como si fuera una antorcha que se parece en demasiadas ocasiones a esa pequeña llama de la esperanza que cantaba Charles Péguy hace ya un siglo, y que ninguna tormenta ni borrasca podrá apagar. Porque nuestra fe en Cristo, que es el fundamento de nuestra esperanza, es decir nuestra fe en el Cristo Jesús resucitado, el hombre nuevo, Dios hecho hombre, es esa antorcha, esa llama que ilumina nuestras vidas y nuestras conciencias de hombres y de mujeres creados a imagen y semejanza de Dios”.

Texto oficial original:

“Oui, le terreau est désormais prêt pour la révolution finale, qui correspond ussi à «l’ultime combat» évoqué par l’Apocalypse, la révolution du genre, qui fait de l’individu un «zombie». C’est le nihilisme total, radical, absolu, qui sonne le glas de l’humanité. C’est l’Heure du combat entre ces ténèbres où sombre une humanité aux prises avec les démons du nihilisme libertaire, et la Lumière que l’Eglise, seule, porte tel un flambeau, semblable trop souvent à cette petite flamme de l’Espérance que chantait déjà Charles Péguy il y a un siècle, et que nulle bourrasque ne saurait éteindre. Car notre foi dans le Christ, qui fonde notre espérance, c’est-à-dire notre foi dans Jésus ressuscité, l’Homme Nouveau, Dieu fait homme, est bien ce flambeau qui illumine nos vies et nos consciences d’hommes et de femmes créés «à l’image de Dieu».

Fuente original de la conferencia en francés:


Fuente del vídeo en el punto de la cita:




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