miércoles, 30 de diciembre de 2015

Es hora de cambiar de esperanza y de mirada

¿Cómo está el mundo? ¿”Normalmente mal” o, más bien, de “en peor” a “tremendamente mal”?

Hoy escucho en Radio María que ha habido un atentado terrorista suicida con más de 30 muertos en Chad, que Emiratos Árabes envía tropas a Siria, que el número de ataques aéreos contra el Estado Islámico en Siria asciende a un total de 20, en Irak a 198. Buscando esta información veo rápidamente que además:

1) Miles de evacuados por las inundaciones en Paraguay, Argentina, Uruguay y Brasil. Más de 180 mil personas debieron desplazarse por las lluvias y crecimiento de los ríos fronterizos. Se registraron también varias muertes.

2) Que el 29/12/2015 Missouri e Illinois son afectadas por las fuertes tormentas que asolan el país.

3) Que Venezuela alcanza en 2015 cifra histórica de homicidios: 90 por cada 100.000 habitantes.

4) Que 26/10/2015 un seísmo de 7,5 grados  golpeó el norte de Paquistán y Afganistán y mató a 300 personas, la gran mayoría paquistaníes y causó cuantiosos daños en más de 11 mil viviendas.

5) Que el 7 /12/15 un terremoto de una magnitud de 7,2 grados se registró el en la república centro asiática de Tayikistán.

Había muchos más, incluso en España ha habido en Valencia terremotos esta semana.


Guerras y terremotos están a la orden del día, aunque no nos enteramos de todos, sólo hacen falta 20 minutos en internet. Y no, no es cuestión de que ahora se sabe y antes no. Podéis comprobar estos sucesos con los de hace 10 años y no había tantos, ni tan graves.

Algo está cambiando y no es es sólo una cuestión de cambio climático. Se entremezcla el odio de las guerras, el malestar de la naturaleza violentada y abusada, la profunda injusticia social, el vacío de los valores y de la religión, la inmoralidad y los materialismos relativistas que llevan a la desesperación y al suicidio. Últimamente vemos un aumento de persecuciones religiosas importante (incluso en Madrid) y ataques contra la Eucaristía, por no hablar de los cambios políticos que acechan a España y que pronto nos harán clamar al cielo una inmerecida petición. 

Estamos despistados todos, pero los cristianos más aún. Hay signos que nos deberían acelerar la conversión, devolver nuestra vida a la fe verdadera y martirial de quien vive cada día como el último. ¿Para cuándo la devoción verdadera, cristianos? ¿Cuánto necesitamos vivir para caer suplicantes en ayuno y de rodillas?

Es hora de cambiar de esperanza y de mirada. Una esperanza más verdadera y esencial, así como una mirada en el cielo que nos haga esperar en Dios y en nada más.

Quizás esto ayude a abrir los ojos y a cambiar un poco: https://www.youtube.com/watch?v=dPBf7UlUcXQ&feature=share

Paz y bien.

Diego Cazzola

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