En 1846 la Virgen María se apareció a dos niños en la Salette, Francia. El obispo de Grenoble, monseñor Philibert de Bruillard el 19 de julio de 1851, reconoció la aparición y el mensaje en general, y aunque no se han reconocido expresamente los dos secretos entregados a los videntes, Mélanie y Maximin, resulta muy interesantes lo que les ha dicho la Virgen.
Antes
de pasar a estos aspectos de actualidad, dejo los secretos, que no son tan jugosos como algunos esperarán y que están en la línea de los secretos de este tipo:
El secreto de Maximin: «El Papa será perseguido. Y su sucesor
será un pontífice que nadie se espera. Lo que te digo sucederá en el próximo
siglo, lo más tarde en los años dos mil. Un gran país del norte de Europa, hoy
protestante, se convertirá. Antes de que todo esto suceda, habrá grandes
desórdenes en la Iglesia y por doquier».
El secreto de Mélanie: «Esto será terrible, que algunos
ministros de Dios y esposas de Jesucristo se consagrarán al mal, y al final en
la tierra reinará el infierno. En ese momento el anticristo nacerá de una
religiosa, pero ¡ay de ella! Varias personas le creerán porque les dirá que es
aquel que ha venido del Cielo, pero ¡ay de aquellos que le creerán! No está
lejos el tiempo, no pasarán dos veces cincuenta años».
Lo
importante de estos secretos es que lo dicho o bien se ha cumplido[1] o se irá
cumpliendo a más tardar en el 2000, por lo que podemos darnos por aludidos
con un buen margen y entender que estamos en los últimos tiempos.[2]
Pero
vayamos a ver qué es especialmente interesante a tener en cuenta del mensaje
que nuestra Señora de la Salette ha manifestado en esta aparición mariana
reconocida por la Iglesia y definida por S. Juan Pablo II como «el corazón
de las profecías».
La Virgen les
dijo que “en el año 1864, Lucifer con un gran número de demonios será
desatado del infierno; ellos
abolirán la fe poco a poco e incluso en las personas consagradas a Dios; ellos los cegarán de tal forma que, salvo
una gracia particular, estas personas serán poseídas por el espíritu de esos
malos ángeles: varias casas religiosas perderán totalmente la fe y perderán
muchas almas”.
“Habrá en todos
los lugares prodigios extraordinarios, porque la verdadera fe estará
muerta y la falsa luz iluminará el mundo. ¡Ay de los príncipes de la
Iglesia que entonces estarán ocupados únicamente en acumular riquezas,
salvaguardar su autoridad y dominar con orgullo!”.
Y ya que ahora
los poderosos están intentando, por activa y pasiva, lograr un gobierno
mundial, imponer la ciencia (manipulada) y la medicina (corrompida) como
criterio prácticamente único, no estaría de más tener en cuenta que la Virgen
también les dijo a los pastorcillos que “la tierra será castigada con todo
género de plagas [además de la peste y el hambre, que serán generales][3];
habrá guerras, hasta la última que harán los diez reyes del Anticristo, los
cuales tendrán todos un mismo plan, y serán los únicos que gobernarán el mundo.
Además, que vemos
la actualidad del mensaje cuando dice la Virgen que “antes que esto suceda
habrá una especie de falsa paz en el mundo; no se pensará más que en
divertirse; los malvados se entregarán a toda clase de pecados”.
Es bastante
lógico y evidente que estamos pasando de ese tiempo de “falsa paz” mezclada con
desenfreno por el bienestar y el placer a un tiempo de peste, plagas, guerras,
hambre y enfermedades. A medida que esta realidad se acerque más a Occidente
nos iremos dando cuenta: cuando el combustible no sólo suba de precio, sino que
deje de llegar o las enfermedades que se han disparado un 1500 e incluso un 10.000%
de forma repentina e inexplicable, ya no se puedan asociar ni al mero conflicto
en Ucrania ni al cambio climático.
Y los que se
consideran buenos cristianos (porque los hay…) pero no se dan cuenta que en
realidad se han acomodado al mundo y su funcionamiento, tienen también su
profecía: “Temblad, tierra y vosotros, que hacéis profesión de servir a
Jesucristo y que interiormente os adoráis a vosotros mismos, temblad; pues Dios
va a entregaros a su enemigo, porque los lugares santos están en la
corrupción; muchos conventos no son ya casa de Dios, sino pastizales de Asmodeo
y de los suyos”.
Por eso los
santos de Dios, los apóstoles de los últimos tiempos que viven en verdadera
gracia y presencia del Señor, no tienen que temer nada ante estos tiempos duros,
pues serán protegidos y guardados, si no ante las consecuencias del mal, por lo
menos en gracia y santidad. La misma Virgen María les llama así: “apóstoles
de los últimos tiempos”. Estos son “los verdaderos discípulos de
Dios”, “los verdaderos imitadores de Cristo hecho Hombre”, “los que llevo [..]
en mis brazos”. Son aquellos que “han vivido en el menosprecio del mundo y de sí mismos, en
la pobreza y en la humildad, en el desprecio y en el silencio, en la oración y
en la mortificación, en la castidad y en la unión con Dios, en el sufrimiento y
desconocidos del mundo.”
Y para detectar
en cierto modo la llegada del último y concreto anticristo, sabemos que:
“Será durante
este tiempo cuando nacerá el Anticristo, de una religiosa hebrea, de una
falsa virgen que tendrá comunicación con la vieja serpiente, el maestro de
la impureza; su padre será obispo. Al nacer, vomitará blasfemias, tendrá
dientes; en una palabra, será el diablo encarnado; proferirá gritos
espantosos, hará prodigios, no se alimentará más que de impurezas.
Tendrá hermanos que, aunque sin ser demonios encarnados como él, serán hijos
del mal; a los doce años se harán destacar por sus brillantes victorias
que les serán reportadas; pronto, serán llevados a la cabeza de los ejércitos,
asistidos por legiones del infierno”.
Al respecto dijo
Melanie que “se dice que el anticristo será el diablo encarnado, es decir,
que va a ser poseído por completo. He visto que el buen Dios no permite que el
demonio se encarne personalmente él mismo en el alma y el cuerpo humano, pero
el demonio bajo una forma visible tendrá relaciones familiares con los padres
del anticristo, y que ellos lo consagrarán a su servicio desde el primer
momento de su existencia" (Le Secret De Melanie, p. 55).[4]
Y en entre los
acontecimientos finales “habrá guerras sangrientas y hambrunas, pestes y
enfermedades contagiosas; habrá lluvias de un granizo espantoso para los
animales; tempestades que arruinarán ciudades; terremotos que engullirán
países; se oirán voces en el aire; los hombres se golpearán la cabeza contra
los muros; llamarán a la muerte y, por otra parte, la muerte será su suplicio.
Correrá la sangre por todas partes.”
“Roma pagana
desaparecerá; caerá fuego del cielo y
consumirá tres ciudades”, así que es importante hacer ayunos y mucha
oración porque muchos “se dejarán seducir por no haber adorado al verdadero
Cristo, que vivía entre ellos”, además que “por la sangre, las lágrimas y oraciones
de los justos Dios se dejará aplacar”.
También se hace
referencia a los famosos 3 días ya que dicen la Virgen que Satanás “caerá y
la tierra, que llevará tres días en continuas evoluciones, abrirá su seno lleno
de fuego”.
Creo que es la
hora, en realidad puede que se haya ya pasado, para darnos cuenta de lo que es
realmente vivir en la presencia de Dios, entender que Él inhabita en nosotros y
de que tiene la mismas ganas de volver como Él mismo dijo para arreglar este
desperdicio de mundo que cuando quiso encarnarse o consumir la última cena con
sus apóstoles.
Tenemos que esforzarnos
no sólo para ser cristianos cumplidores, sino penetrar en la Voluntad divina y
ser apóstoles de los últimos tiempos con las características que la misma
Virgen ha dado: menospreciando el mundo y a nosotros mismos, viviendo en la
pobreza y en la humildad, en el desprecio y en el silencio, en la oración y en
la mortificación, en la castidad y en la unión con Dios, en el sufrimiento y
desconocidos del mundo.
El punto más interesante,
desde un punto de vista psicológico,
es que la Virgen nos pida ser “desconocidos del mundo”, es decir,
evitar la fama, la atención constante y la vanidad de ser reconocidos; el
más urgente, en mi opinión, es la incisión en la castidad, veta por
la que más se condenan al infierno las personas[5], y el
más importante es la vida sencilla y humilde, porque evita muchas
tentaciones y nos abre a la mirada de Dios.
Espero que este
breve análisis haya ayudado a aprovechar los mensajes que Dios ha querido
entregarnos por medio de la Virgen María y una de las apariciones más actuales
junto a las de Fátima y Medjugorje[6].
Recordemos que el mensaje de la Virgen ha sido siempre le más adecuado y coherente para vivir el Evangelio y máxime en estos días: oración, ayuno, sacrificio, austeridad… No tratemos de evitar estas tareas descargando la responsabilidad sobre el hecho de que no están totalmente aprobadas. En las apariciones de Fátima, Lourdes, Czestochowa pasó lo mismo. Siempre hay alguien que rechaza el espíritu de conversión que se nos pide, pero suele ser más por el esfuerzo de amar así al Señor, que por la duda sobre la veracidad de las apariciones. Así que tomemos nota y ¡a mar hasta que duele!, que queda poco.
Si alguien quiere leer los 33 puntos del mensaje revelado a Melanie: AQUÍ
Paz y bien
Fuentes:
https://www.larazon.es/opinion/20210919/n3gvlfacurfnvflg2hk3unu4he.html
https://www.religionenlibertad.com/vaticano/56839/esto-que-dice-informe-comision-vaticana.html
https://www.vaticannews.va/en/pope/news/2019-05/pope-authorizes-pilgrimages-to-medjugorje.html
[1]
Napoleón III obligó a exiliarse a la vidente Melania ante el anuncio de que él
traicionaría al Papa y sería castigado por Dios con la pérdida del trono. Como
con otras muchas profecías, ésta también se cumplió cuando en 1870 retiró la
guarnición francesa de Roma, precipitando la pérdida definitiva de los
milenarios Estados Pontificios, y resultando derrotado por Bismarck en Sedán y
enviado al exilio.
[2] Que no tiene nada que ver con el famoso fin del mundo
del que nadie sabe ni el día ni la hora y del que nadie quiere hablar como si nunca
llegara o si no diera Dios claves para prepararnos también a ese momento.
[3] Las palabras entre paréntesis no son de la Virgen,
sino de Melania, según la visión que al mismo tiempo tuvo.
[4] Ella escribió este comentario al final de su copia
manuscrita del secreto, el que le dio a Abbe Combe para la edición de 1904 de
Le Secret De Melanie.
[5]
Después de que Nuestra Señora de Fátima mostró a los tres niños pastores
(Lucía, Jacinta y Francisco) una visión aterradora del infierno, Jacinta le
contó a Lucía el pecado que envía a la mayoría de la gente al infierno y reveló
que, según Nuestra Señora, “los pecados que causan que la mayoría de las almas
vayan al infierno son los pecados de la carne”, o pecados contra la castidad.
[6]
Recordemos que las apariciones de Medjugorje no están confirmadas como
auténticas de forma oficial porque no han concluido y siguen siendo estudiadas,
pero sí han obtenido ya la bendición de la Santa Sede declarando que su origen no
es demoníaco, aprobando las primeras 7 apariciones, aceptando el santuario de
la Virgen de la Paz de forma oficial, reconociendo los innumerables frutos de
ese lugar y fomentando las peregrinaciones a Medjugorje (https://www.vaticannews.va/en/pope/news/2019-05/pope-authorizes-pilgrimages-to-medjugorje.html).